No es una medicina, es una actitud, un sentimiento que actúa como filtro ente la persona y la realidad para mostrarle el lado positivo de las cosas y trasmitirle confianza. Está demostrado que las personas optimistas le sacan buen partido a su actitud en todos los aspectos, pero especialmente:
Gozan de mejor salud. Enferman con menor frecuencia, probablemente porque su sistema inmunológico es más efectivo en la producción de anticuerpos, gracias a la mayor secreción hormonal provocada por los estados de ánimo positivos y su actitud más activa.
¿Dónde está la diferencia? El optimista percibe las situaciones positivas como algo permanente y generalizable mientras que el pesimista ve los aspectos positivos como algo efímero.
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